ICATAC
Instituto Cultural Antropológico Teokalli A.C.

Si buscas hosting web, dominios web, correos empresariales o crear páginas web gratis, ingresa a PaginaMX
Por otro lado, si buscas crear códigos qr online ingresa al Creador de Códigos QR más potente que existe





YOGA se dice que es "Unión" y ciertamente así es, ya que algo que se a olvidado con el materialismo de estos tiempos, es que el humano es una trinidad de MENTE-CUERPO Y ESPIRITU, y que la falta de equilibrio y a la vez la separación con las diferentes partes del SER, es lo que a hecho que se olvide el hombre de la chispa Divina que mora en él. 

 

 

 No podría existir UNIÓN sin CONCIENCIA, SABIDURÍA O GNÓSIS. 

 

 

 

 Y=I=IGNIS=FUEGO=PRINCIPIO MASCULINO 

 

 O=ORIGO=ORIGEN O PRINCIPIO DEL ESPIRITU 

 

 G=GNOSIS=CONOCIMIENTO TRASCENDENTAL 

 

 A=AQUA=AGUA=PRINCIPIO FEMENINO 

 

 

 

 Esto nos recuerda al santo GAYO, El nombre oculto de la divinidad para los griegos. 

 

 Existe el Karma yoga, Bhakti yoga, Hatha yoga etc, pero es especialmente en el Kundalini yoga y en el Gyana yoga donde se encuentran los fundamentos para una autentica regeneración del hombre. 

 

  Solo a través de la sabia canalización de la energía sexual y el conocimiento de sí mismo podemos en realidad eliminar los elementos indeseables que se cargan dentro, esos que son los defectos de carácter y que no permiten que nuestra luz brille. 

 

 

El GYANA YOGA es la misma GNÓSIS, es el yoga de la sabiduría y el discernimiento. Gyana Yoga no trata de definiciones intelectuales, o solo del estudio de las escrituras, del conocimiento de los hechos o de filosofía solo teórica.
La práctica de Gyana Yoga significa utilizar la mente o la imparcialidad mental para distinguir la verdad de la simple apariencia y penetrar en el corazón de la realidad.

 

 Es la práctica del neti, neti (“ni esto ni aquello”).
Mirando tras los velos que ocultan la puerta de la Verdad, el gyana yogui llega finalmente a la Verdad Misma, despojada de toda apariencia superficial. Pero nunca llegará a ésta mientras busque sólo en el nivel de las ideas, algunas de las cuales le atraerán, mientras que encontrará otras repulsivas.

 

 Su búsqueda debe llevarle a su interior, a comprender en niveles cada vez más profundos quién y qué es.
 

 

La sabiduría no es la meta; es el camino, que nos puede llevar a la autorrealización intima del SER. 

 

El gyana yogui o iniciado debe ver todo con la conciencia imparcial de un sabio. No importa tanto que vea las locuras humanas como que no sea afectado por la suprema locura del hombre: la ilusión misma.
El hombre que lo práctica llega a darse cuenta de que el tapiz de todo comportamiento humano está tejido con el hilo de la motivación egoísta y que el ego tiene un efecto de contracción, no de expansión, impidiendo la felicidad.

 

 

 Sólo la autoexpansión aporta la satisfacción que busca todo ser humano.
El gyana yogui comprende que el mundo objetivo no es muy diferente del mundo del sueño subconsciente. Observa el sufrimiento, la vejez y la muerte, como hizo Buda y se pregunta. “¿Es esto todo lo que ofrece la existencia? ¿No existe un estado del ser en que estén ausentes estas miserias universales?”.

 

 

La sabiduría le lleva a esta conclusión:
“¡Debe existir tal estado! Si no fuera así, ¿por qué mi alma tiene la convicción de que nada es real?”.

 

 La práctica de neti, neti revela que nada es sustancial y conduce a la mente a “la nada” del silencio perfecto.

 

 

 

 

© 2024 ICATAC